jueves, 24 de julio de 2008

CANGREJOS GOURMET (Receta de Arancha Criado)


No hay verano sin cangrejos de río. Recuerdo haberlos pescado por docenas en el Júcar, con mis padres y mis hermanos, y guisarlos con tomate frito, cebolla, chorizo, guindilla,... uno de los mejores momentos de las vacaciones de verano.
El verano pasado los hice como he dicho, y muchos recuerdos pasaron de nuevo por mi cabeza, mientras me daba este merecido homenaje.

Hoy llega a LOS FOGONES... CON RAZÓN una receta de Arancha Criado, que de ésto sabe y mucho, que ha tenido a bien enviarme -lo que siempre se lo agredeceremos mi hijo mayor y yo-, y que consigue elevar a este crustáceo tan majete a la categoría de delicatessen.

Ahí va la receta.

Ingredientes (para dos personas y ponerse morados)

1 kilo de cangrejos de río vivos
1 cabeza de ajos
3 guindillas (de las de bote de especias)
1 hoja de laurel
Sal gorda
5 bolitas de pimienta negra
Aceite
1 vasito de vino blanco (unos 150 ml.)
Nota: yo he puesto 100 gramos de sal gorda por cada litro de agua, típico cuando se cuece el marisco, y creo que lo he clavado. Esto es importante para que veais qué es mucha sal gorda.
Preparación

Se dejan los cangrejos en un caldero, a la espera de que vayan donde imaginamos.


Se llena de agua una olla grande y se añade mucha sal gorda, cinco bolitas de pimienta negra y una hoja de laurel.

Se pone al fuego y cuando está hirviendo fuerte añadimos los cangrejos, sin mirarles a los ojos para que no nos den remordimientos, lo que no me ocurre a mí (ya me conocéis).


Una vez que vuelve a cocer el agua, contamos 4-5 minutos.

Y los colamos.

En la olla donde se han cocido los cangrejos, ya lavada y secada, echamos un buen chorro de aceite de oliva, las tres guindillas, y añadimos los ajos cortados en láminas.

Cuando están bien dorados los ajos añadimos el vino blanco, con mucho cuidado porque a veces salta.

Lo dejamos hervir un poquito y añadimos de nuevo los cangrejos.

Les damos unas vueltas en el fuego, para que se impregnen de la salsa, y... ¡a chuparse los dedos!

Un blanco fresquito de D. O. Albariño, Rueda o Ribeiro, o un tinto de verano LA CASERA que repito que es el mejor, buena compañía, y esto es "hablar con Dios".

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