lunes, 22 de junio de 2009

AJOBLANCO

Otra de las sopas frías típicas de la cocina española clásica es el ajoblanco. Este es el primer año que me he animado a hacerlo, después de probar el de mi vecino, que lo hace de magister. La textura del ajoblanco molesta a mucha gente, así que si alguien lo quiere colar, habrá de hacerlo en un colador de tela, de los que venden en los chinos, y asunto resuelto. Yo no lo cuelo, porque me encanta llenarme la boca con toda esa almendra cruda recién molida. Si conseguís que lo prueben los chavales, hacédmelo saber, porque os felicitaré efusivamente. Bueno, basta de rollos y vamos al lío, como diría el gran Goyo Manzano...
Ingredientes

150 gramos de almendra cruda pelada y sin moler
1 litro de agua helada
1 diente de ajo
100 gramos de pan
175 mililitros de aceite de oliva virgen extra
58 mililitros de vinagre de Jerez
1 cucharilla de café de sal

Preparación
Molemos las almendras hasta que queden como se aprecia en la foto.

Preparamos el litro de agua helada, que habremos tenido en la nevera un día entero.

Añadimos el pan troceado a la mezcla del agua con las almendras, y dejamos que empape bien.

Añadimos el diente de ajo.
Medimos el vinagre de Jerez, y lo añadimos a la cazuela.Medimos el aceite de oliva y lo añadimos.
Le damos cera al tema con la batidora, con alegría, hasta que nos quede esta maravilla veraniega que se suele acompañar con daditos de jamón serrano, uvas blancas o huevo cocido picado. Yo lo dejo "viudo" porque me gusta así. Disfrutadlo porque os encantará...

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